Los jueves se han convertido en el día en que los entusiastas por el automovilismo, sacan todos sus caballos de metal a las calles de Medellin y de el pais, a enfrentarse contra los demás corredores del volante.
Generalmente existen rivalidades entre los diferentes clubes conformados en la ciudad, los cuales se reúnen en estaciones de servicio a pasar un rato, exponer sus vehículos y pactar los "piques" de la noche, los cuales son mencionados en el bajo mundo de el automovilismo y a los cuales acude gente masivamente, por el pleno disfrute de escuchar los motores rugir y pasar frente a sus caras a velocidades vertiginosas.
La velocidad y la persecución por parte de las autoridades, son las características que propician la liberación de grandes cantidades de adrenalina.
Poco a poco se ha ganado terreno en busca de la legalidad de los piques, pasando de lo callejero e ilegal a lo "aceptado socialmente", piques legales con participación de la Policía Nacional y la Defensa Civil.
Sin embargo estos espacios son muy escasos y el afán de los pilotos callejeros de probar los nuevos accesorios instalados en sus máquinas, se evidencia cada jueves en las bombas y las calles de la ciudad.